Ajena al ruido apocalíptico reclama humilde la atención de las hambrientas abejas y pone en marcha el mecanismo de la vida nueva.
Yo declaro el estado primaveral permanente hasta nuevo aviso y al menos hasta donde mi vista alcanza.
por causas naturales morimos, vivimos, luchamos...
Ajena al ruido apocalíptico reclama humilde la atención de las hambrientas abejas y pone en marcha el mecanismo de la vida nueva.
Yo declaro el estado primaveral permanente hasta nuevo aviso y al menos hasta donde mi vista alcanza.